Discurso pronunciado por el C. Lic. Ricardo Azuela Espinoza con motivo del día del árbol y fiesta del bosque el día jueves 14 de Julio de 1994 y en donde recibió el reconocimiento a nombre de “Amigos de Guanajuato, A.C.” de manos del Sr. Gobernador por su alta participación en la plantación de 10 millones de árboles en el estado.
Señoras y Señores:
Si la acción humana es transformación de la naturaleza, el desarrollismo como civilización del trabajo y como cultura de la urbanización y la industrialización es devastación de la naturaleza, agotamiento de sus recursos y degradación de sus ecosistemas. La tarea del ahora es, por tanto, civilizar el desarrollismo y en consumismo, domesticar su energía expansiva y destructiva, someter sus procesos de contaminación y de certificación a los controles normativos del Estado y a los controles democráticos de la sociedad civil. Tal es el contenido mínimo de toda política ambiental digna de ese nombre. Y para ello estamos aquí reunidos en un verdadero despertar ecológico, dispuestos a continuar la plantación de diez millones de árboles en el Estado de Guanajuato para combatir en nuestro Estado el agotamiento de los bosques, los suelos, las aguas y la fauna. Así como el envilecimiento del ambiente, pues cuando mueren los hábitats se extinguen las especies.
En 1985 con mi participación como Presidente del Centro Internacional de Estudios de Ecología y Medio Ambiente, el doceavo Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes celebrado en Moscú, Rusia, llegamos a las siguientes consideraciones:
Sobre el saber del ambiente que el ecodesarrollo es el reto del decenio y que esta evolución, sumariamente descrita, determina que la ecología se nos presenta hoy como un saber acumulativo, que ha atravesado varias etapas de maduración y que se orienta cada vez más hacia un horizonte de grandes cuestiones de ética y de política. En efecto, si nos preguntamos por el estatuto de la ecología, debemos admitir a continuación que la disciplina se ha desplazado de la poesía a la ciencia y de la ciencia a la política. De una biología de los ecosistemas o ciencia de las cadenas alimenticias, tal como se la definía a principio de siglo, la ecología ha pasado a ser el saber del ambiente, una especia de economía de largo plazo, tal como se la define hoy. Este tránsito, sin embargo, ha significado no solo un cambio de perspectivas científicas o de paradigma, sino también y sobre todo un cambio de moralidad de sensibilidad ética, en la medida que se ha abandonado la nostalgia, la contemplación lírica de la naturaleza maltratado o del paraíso perdido y se ha optado más bien por la actitud analítica y experimental, la investigación de las relaciones entre los seres vivos y sus ambientes vitales. Con todo, el replanteamiento no termina aquí, la ciencia ambiental tiende a futuro. En verdad, de poesía del pasado y ciencia del presente, la tecnología se transforma cada vez más en la política del futuro.
El campo teórico, el terreno interdisciplinario en el cual se discuten hoy las cuestiones centrales que tienen que ver con el porvenir de la especie humana y de la civilización planetaria del saber.
La renovabilidad y renovación de los ecosistemas naturales, el manejo del espacio público, el control de los asentamientos y de los flujos poblacionales, la generación de energías no convencionales y no contaminantes, el aprovechamiento de los mares y del espacio exterior, el desarrollo de los estilos de vida alternativa, la participación ciudadana en la gestión ambiental, el establecimiento de una autoridad ecológica mundial, etc.
En la historia del pensamiento moderno, la ecología política tiene su momento inaugural en Rousseau. El moralista ginebrino se convierte en defensor de la naturaleza en la medida que se hace crítico de la civilización. El filósofo norteamericano Thoreau, retoma la crítica rusoniana de la civilización urbana y ahora industrial y postula la huida a la naturaleza, a la vida silvestre, en busca de formas alternas de comportamiento individual y de organización colectiva.
LA REBELIÓN DE LA JUVENTUD
Hacia 1970, cien años después de Thoreau y doscientos años después de Rousseau, occidente experimenta la gran crisis ecológica a nivel planetario, se trata, como es bien sabido de una doble crisis:
Crisis energética o de funcionamiento y crisis de conciencia o de moralidad, que se produce merced a la rebelión de los “pobres” países petroleros y a la rebelión de los estudiantes y de la juventud. El resultado más creativo de esta coyuntura crítica es el nuevo discurso de la ecología política como enjuiciamiento de lo social, en nombre de lo natural. Tal discurso a su vez se traduce en una metáfora célebre:
La nave espacial llamada tierra, que dramatiza con eficacia la interdependencia entre la especie humana y los recursos naturales finitos del planeta y la urgencia de planificar el desarrollo en una perspectiva global de gestión ambiental.
LA GRAN HERRAMIENTA
EL ECO DESARROLLO
Así los últimos diez años, el concepto de eco desarrollo o desarrollo ecológicamente viable, ha venido a sintetizar el estado de arte en materia ambiental. A mitad de camino entre el desarrollismo o crecimiento económico a ultranza y el conservacionismo o ecologismo o defensa de la naturaleza por la naturaleza misma entre uno y otro extremo, surge la noción de eco desarrollo, desarrollo con ecología, desarrollo con conciencia ambiental, planificación del crecimiento y del cambio de la economía y de la Sociedad que incorpora como componente esencial la dimensión ambiental y los costos del patrimonio natural. El eco desarrollo es el pensamiento del decenio con el que vamos a cerrar el año 2000 y en que Amigos de Guanajuato, A.C. estamos seguros de que constituye la gran herramienta teórica para articular desarrollo y conservación, progreso y calidad de la vida. Nadie que tenga responsabilidades públicas puede ignorar impunemente que el eco desarrollo es una alternativa viable y lícita de crecer y producir, porque es la sola manera de conservar la base de la vida en la tierra y asegurar así el bienestar de las generaciones venideras.
En mi calidad pues de Amigos de Guanajuato, A. C., parte organizadora de este evento y como vocal del Comité Estatal de Solidaridad Forestal, felicito la Acción Ecológica que hemos emprendido.
Felicito a todas las personas defensoras de la Flora y la Fauna y que hoy nos dan foro a expresión, les felicito por el entusiasmo impreso en tan noble compromiso, con motivo del Día del árbol y fiesta del bosque.
Muchas gracias